Los buscadores de tesoros submarinos también tienen buen humor y para demostrarlo un tal Markus Thompson puso un singular post/anuncio que decía. Se vende Canon EOS 1000D usada sólo una vez en modo submarino en el Pacifico, durante aproximadamente un año. La Canon EOS 1000D en cuestión fue encontrada en el estado que se ve en la imagen en una inmersión submarina. Tras un cuidadoso rescate… se lograron recuperar unas 50 imágenes de la tarjeta de memoría Sandisk Extreme III. Pero la historia no acaba aquí ya que aprovechando que ahora todo el mundo conoce a todo el mundo en 4,7 grados de separación gracias a las redes sociales intentó (y logró) contactar con el dueño original a través de Google + y a una descripción de las personas que aprecían en las fotos recuperadas. Una auténtica odisea (casi una versión digital del dibujo de la pelícla del Titanic) y una excelente campaña de publicidad para el fabricante de las tarjetas de memoria sin duda.
